Desde las 21.15 horas, River afrontará su último partido del año frente a Racing, en el Cilindro de Avellaneda. Mediante un triunfo, el “Millonario” que dirige Marcelo Gallardo se asegurará la participación en la próxima edición de la Copa Libertadores, a través de la fase de grupos. Por tal motivo, repasamos algunos de los jugadores históricos del fútbol argentino que son ídolos tanto en River como en Racing.
Roberto Perfumo era conocido por su capacidad para leer el juego y anticiparse a los movimientos de los delanteros rivales. Comenzó su carrera en Racing Club en 1961, donde jugó hasta 1971, participando en 232 partidos y anotando 14 goles. ganó el Campeonato Nacional en 1966, la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental en 1967.
Luego de disputar el Mundial de Alemania 1974, se unió a River Plate, donde jugó hasta 1978. Siendo capitán del equipo de Ángel Labruna, logró el histórico Metropolitano 1975, cortando una racha de 18 años sin títulos. Además, ganó otros dos títulos de liga (1975 Nacional y 1977 Metropolitano).
Ubaldo Matildo Fillol se destacó por sus grandes voladas, reflejos rápidos y uso de sus piernas. Jugó en River Plate desde 1973 hasta 1982. Durante su tiempo en el club, ganó siete títulos, incluyendo los campeonatos Metropolitanos de 1975, 1977, 1979 y 1980, y los Nacionales de 1975, 1979 y 198.
Antes de unirse a River Plate, Fillol jugó en Racing Club de Avellaneda desde 1972 hasta 1973. También tuvo una segunda etapa en el club entre 1986 y 1989, donde ganó la Supercopa Sudamericana 1988 y la Supercopa Interamericana. En el Mundial de 1978, fue fundamental para que Argentina ganara su primer título mundial y fue elegido el mejor arquero del torneo.
Reinaldo Carlos Merlo, conocido como Mostaza Merlo, jugó toda su carrera como mediocampista defensivo en River Plate y luego se convirtió en ídolo como entrenador de Racing Club. Durante su tiempo en el club, ganó 7 campeonatos locales y participó en 42 Superclásicos contra Boca Juniors, más que cualquier otro jugador en la historia. En 2001, llevó a Racing a ganar el Torneo Apertura, poniendo fin a una sequía de 35 años sin títulos.
