Marcelo Barovero fue el protagonista de uno de los momentos más recordados de los clásicos contra Boca en lo que va de este siglo. Y por supuesto que significó un paso fuerte de Marcelo Gallardo en lo que después se convirtió un ciclo cargado de gloria en River. El arquero le atajó un penal a Emanuel Gigliotti y fue clave para conquistar la Copa Sudamericana 2014. Tras más de 10 años, reveló el secreto detrás: “Lo primero era…”
Barovero fue la figura de un momento que nadie jamás podrá olvidar. Le contuvo el tiro desde los doce pasos al delantero del eterno rivan en una semifinal internacional. Y para agregarle más condimentos, en lo que era la revancha en el Monumental. Gracias a su acción y al gol de Leonardo Pisculichi, Boca quedó fuera del certamen.
Hoy, Trapito está fuera de las canchas de manera oficial. Y ya prepara su partido despedida. Pero, ya remarcó que hizo el curso de entrenador y que se prepara en la formación profesional para todo lo que viene. “No quiero apurarme. Yo viví todo muy intenso desde Rafaela hasta mi último club. Todo siempre se reducía al próximo partido. El fútbol para mí no fue sacrificio y de hecho me dio mucho más de lo que esperaba, pero sí mucho esfuerzo y dedicación”, contó en diálogo con ESPN F90.
A lo que, por supuesto, luego habló de sus momentos más destacados. Y cómo no, refiriéndose al penal que alegró a miles de hinchas y lo ubicó entre los grandes emblemas. “Con ese penal empezó un nuevo camino para River por todo lo que vino después, pero lo importante fue ganar la Copa”, comenzó rememorando Barovero sobre aquel hecho.
“Sabía dónde pateaba Gigliotti. A la mañana habíamos visto videos porque existía la posibilidad de ir a penales. Él pateaba de diferentes maneras: lo primero era cómo estaba parado hacia la pelota y después los últimos dos pasos; si aceleraba, el paso iba fuerte cruzado y, si no, abría. Esa era la segunda información que tenía. Si aceleraba buscaría patear fuerte e iba a la derecha o al medio, cuando no cambio el ritmo del paso ya había más chance de que abra el pie. Tengo guardado ese buzo y la cinta de capitán”, cerró.