Franco Armani se quitó los guantes y comenzó a saludar a sus compañeros con la satisfacción por duplicada. Porque además de estirar la marca de 18 triunfos al hilo en el Monumental gracias al gol de Salomón Rondón, en lo personal cortó una racha negativa inédita desde que llegó a River.
Lo cierto es que, Franco Armani logró mantener su valla invicta ante Atlético Tucumán en su partido 250 en el club. Y, de esta manera, River terminó con el arco en cero después de 10 encuentros disputados. Dicha seguidilla no se daba desde 2005 (en total fueron 17 encuentros al hilo recibiendo goles) y por eso la alegría personal.
Tras su floja respuesta en el gol de Arsenal, Armani demostró la personalidad de un campeón del mundo. Tal es así que estuvo seguro durante los 90 minutos. Es cierto que Atlético generó pocas chances de peligro. Pero, sí tuvo trabajo con los tiros de esquina bien cerrados por los que apostó la dupla Orsi-Gómez. Siempre bien ubicado, despejó por encima del travesaño y con los puños.
Los mayores sustos tuvieron como protagonistas a Paulo Díaz y Funes Mori. Los centrales cubrieron una pelota lejos del arco, el chileno dio un pase corto hacia atrás. Y Franco estuvo atento para rechazar hacia un costado y desactivar el peligro. Y en la que voló y no llegó, contó con un poco de fortuna y el disparo de Mateo Coronel pegó en el palo.
Con el superclásico en el horizonte, el hecho de haberle puesto el cerrojo a su arco por primera vez desde el 15 de julio de 2023 es clave. Porque así da por finalizada su peor seguidilla desde enero de 2018 con Marcelo Gallardo. La misma tiene un total de nueve partidos recibiendo goles; el restante fue con Ezequiel Centurión. Ahora, a seguir trabajando.