Este jueves, River volvió a tener actividad en la Liga Profesional de Fútbol, y recuperó la sonrisa luego de varios encuentros con resultados negativos. En el Estadio Monumental, el equipo de Marcelo Gallardo venció por 2 a 0 a Aldosivi con tantos de Julián Álvarez y Enzo Pérez. De este modo, el Millonario se metió de lleno en la pelea por el campeonato.
A pesar de que la noche en Núñez estuvo llena de buenas noticias, hubo algo que preocupó a todos: el penal errado por Julián. Cuando transcurría el primer tiempo, Fabricio Coloccini puso la mano ante un disparo de Matías Suárez, y Rapallini no dudó, pena máxima y expulsión. Sin embargo, el delantero cordobés ejecutó mal, y Devecchi le contuvo el disparo.
Resulta que, durante estos últimos tiempos, el encargado de patear los penales era Gonzalo Montiel. Cachete le devolvió la confianza a los hinchas durante un tiempo, pero con su salida, aquella seguridad se fue con él. Por tal motivo, el rol quedó vacante, y todavía no hay un ejecutante definitivo. Es por eso que, ya sin el defensor, Enzo Fernández y Álvarez fueron quienes se hicieron cargo.
No obstante, los resultados de las ejecuciones fueron muy diferentes. El mediocampista convirtió, mientras que el delantero no, por lo que se encendieron nuevamente las alarmas de Núñez. La partida del lateral derecho no dejó solamente un hueco enorme en su sector de la defensa, sino que también dejó al Muñeco sin su pateador oficial.
Pero si se abarca todo el ciclo de Gallardo, los registros no son muy alentadores. Resulta que, de 74 penales que tuvo el Millonario en tiempo regular, 21 fueron malogrados. De ellos, 11 fueron atajados, mientras que los 10 restantes tuvieron destino afuera del arco. Sin lugar a dudas, las penas máximas son uno de los mayores problemas del equipo, y River deberá encontrar un ejecutante rápidamente.