Tras un partido muy complicado y trabado en los 90 minutos, Manchester City se coronó como el nuevo campeón de Europa. El conjunto de Pep Guardiola superó en los penales a Sevilla en Grecia y se quedó con la Supercopa, luego del 1-1 en el tiempo reglamentario. Julián Álvarez fue uno de los que convirtió en la tanda y le ganó la pulseada a otros ex River como Gonzalo Montiel, Lucas Ocampos y Erik Lamela.
En los primeros minutos se vio a un elenco español decidido a presionar bien arriba al City que no tenía como titular a Julián Álvarez. El Sevilla intentó forzar errores en salida y desde allí provocar peligro. Estrategia que parecía acertada, pero con el correr de los minutos se fue apagando. Por lo que, la tónica del partido se pareció más a la que pretendía el equipo de Pep.
A los 8 minutos, el City tuvo su primera gran chance en un cabezazo de Aké que obligó a Bono a reaccionar con una volada estupenda para evitar el 1-0. A los 16, nuevamente el arquero marroquí iba a ser clave. Porque con una tremenda atajada le tapó un disparo de media distancia de Jack Grealish, quien había logrado encarar de izquierda al centro para rematar al segundo palo.
Parecía que los de Guardiola se acercaban a la apertura del marcador pero a los 25 minutos, Marcos Acuña pudo trepar por la izquierda. Desde allí lanzó un centro perfecto para el salto de Youssef En-Nesyri, quien le ganó a Josko Gvardiol y metió el frentazo para poner el 1-0 en favor del Sevilla. Tras el tanto, Manchester City fue con todo al ataque para encontrar el empate pero no lo consiguió en esa primera parte.
En el segundo tiempo llegaron los cambios y Julián ingresó. Cuando parecía que el cuadro español estaba cerca de ampliar la ventaja, la situación dio un giro inesperado. En un momento de desconcierto llegó el 1-1 del City. Centro al segundo palo que encontró a Cole Palmer, quien metió el frentazo a palo cambiado ante la salida de Bono y gritó el empate. Todo se definió en los penales. 5-4 y los de Manchester campeones de Europa.