Pocos conocen la historia de aquel niño Martín Demichelis y fue el propio protagonista quién se encargó de sacarla a la luz. Tal es así que, en las últimas horas, su nombre fue tendencia absoluta en las redes. Porque con sus palabras conmovió a todo River tras hacer un fuerte relato de esos momentos que lo marcaron hasta el día de hoy.
Martín Demichelis, en esta jornada de jueves, tuvo una entrevista a corazón abierto con La Nación. Tocó un sinfín de temas de la actualidad de River, pero el tramo que más lo sensibilizó fue en el que habló de su niñez. Ese pequeño al que le arrebataron a muchos seres queridos de las formas más dolorosas e impensadas que tiene la vida.
No es más que nadie por ser el DT de River, ni tampoco es un robot sin sentimientos por haber estado 20 años en Alemania con el Bayern Munich . Es de carne y hueso, como todos nosotros y le atravesaron cosas que lo hacen ser quien es hoy. Su infancia está marcada por el dolor, la tragedia y por eso vive un día a la vez. Sí, aun siendo el entrenador del club de sus amores en donde parece que no hay mañana por un partido de fútbol.
“¿Proyectar? No, no. ¿Sabés por qué? Porque tenía muchos planes y me los arrebataron. Con 15 años no podía entender que mi mamá, enferma, se podía ir. A esa edad uno no se queda sin mamá. Después, tenía tantos planes con mi papá, que era un gran amigo, y de repente en un accidente de tránsito, viniendo de Justiniano Posse a buscar al aeropuerto a mi hermana que regresaba de Europa porque había nacido mi hija Lola, en 2013, encontró la muerte“, le contó a La Nación.
“Mi abuela que nos crió se nos fue, mi abuelo accidentado. Un borracho que te mata a tu hermano mayor (Adrián De Vicente), mi único representante (Jorge Cyterszpiler) que se suicida… Entonces no, no, ya no veo mucho más allá del hoy. Y mirá que vengo de la cultura alemana, que planifican todo a 20 años, y pienso, ‘qué paciencia, qué bárbaro, y no se les inmuta un músculo’. Pero ya no, no puedo planificar más allá del corto plazo, y disfrutar del hoy”, agregó.
En esa línea, describió cómo es el día a día con su esposa y sus hijos y la gran importancia que les da: “Disfruto de volver a casa, de mi familia, de jugar al ajedrez con mi hija Lola, de los mates, de los perros… No he visitado restaurantes ni he visitado teatros desde que regresamos a la Argentina. No tengo apariciones públicas. Consumo sólo el WhatsApp, no tengo redes sociales. Solo usé Twitter en 2014 y no volví a usarlo”.