River saltó al campo de juego con un equipo totalmente alternativo. Claro, el próximo martes tendrá un duelo importantísimo en la Copa Libertadores y el domingo siguiente llegará el superclásico. Salvo Franco Armani, Martín Demichelis cambió los diez jugadores de campo y apostó por un once inédito, con poco rodaje. Lamentablemente, no le dieron buenas respuestas y empató 1-1 ante Atlético Tucumán.
El compromiso comenzó parejo, con los dos equipos repartiéndose el manejo de la pelota. Empezó algo mejor Atlético Tucumán, que logró ganar las segundas pelotas y en ese terreno se hizo más fuerte que River. Los de Demichelis no encontraban demasiada claridad en los pases y jugaba con el doble nuevo muy aislado del resto del equipo.
Las emociones llegaron a partir de los 14 minutos de juego, cuando River primero avisó con un remate débil de Elías Gómez. Atlético salió rápido desde el fondo, atacó a las espaldas de Gómez y desnudó los problemas defensivos que empezó a evidenciar la visita. Mateo Coronel hizo pasar de largo a Maidana y a Mammana y remató con un derechazo cruzado que venció la estirada de Armani.
Pero, en esta jugada previa dio la sensación de una carga ilícita contra Agustín Palavecino, igualmente el VAR terminó convalidando el tanto de los tucumanos. Tras el 0-1, River se descontroló. Perdió la brújula del encuentro y también sufrió una insólita expulsión a los 21 minutos de juego. Paradela, enojado con las decisiones del árbitro, lanzó un manotazo y vio la cartulina roja por su infantil infracción.
El segundo tiempo fue de un River dominador, pero sin ideas claras ni llegadas con mucho peligro. Hasta que a los 42’, tras una jugada que terminó en córner, llegó el gol del empate. Joaquín Pereyra marcó en contra. Los dirigidos por Demichelis habían mejorado, pero les faltaba concretar todas esas insinuaciones. Pereyra lo hizo.