La abrupta noticia de que Sebastián Driussi está a un paso de dejar el Zenit de Rusia estalló en las redes sociales. Como así también, se llenó de ilusión el corazón de los hinchas de River por una posible vuelta. No obstante, ese retorno parece quedar relegado un tiempo más. Y desde el lado de los fanáticos no dudaron en exponer su enojo.
Resulta que, en reiteradas oportunidades, el atacante asumió que en este mercado de pases iba a regresar. Con la clara necesidad de volver a recuperar su nivel, después de que a principios de año su arribo a Núñez se cayera por la negativa de los rusos para dejarlo salir a préstamo. Ahora, el atacante está muy cerca de abandonar el club del Viejo Continente pero su destino no es River.
En las últimas horas, un medio ruso mostró una extensa carta de despedida en la que Driussi, además de repasar sus mejores momentos en Zenit y exponer una semejanza con su ciclo en River. Si bien todavía no se ha concretado de manera oficial, su adiós es un hecho y acá inició la gran novela para reconocer dónde va a continuar su carrera.
Desde el entorno de Seba, asumieron que no hay chance alguna de que el Gordo rescinda su contrato con el Zenit, lo que certifica que no está en condición de libre. Los rusos pretenden recuperar parte de la inversión que hicieron por el jugador y para dejarlo salir solo aceptarán una venta y es allí donde aparece la MLS como su próxima liga a disputar.
El Austín FC, equipo de la ciudad de Austin en Texas, es el conjunto que busca quedarse el atacante. La dirigencia del club estaría negociando directamente con los rusos para comprar la totalidad del pase en una cifra que aún no repercutió. La MLS es un constante crecimiento, sobre todo en lo económico y eso lleva a muchos futbolistas sudamericanos y europeos a habitar allí.
¿Cuál fue la reacción de los fanáticos?
Claramente, no hay chance real de que Driussi vuelva a River. El estándar económico de Núñez no ayuda, además de que su familia no precisa regresar a Buenos Aires. Es decir, su salario sería casi impagable. Automáticamente, los hinchas reaccionaron y mostraron el enojo porque el jugador quedó “preso de sus palabras” y no cumplió la promesa.