Javier Pinola retornó al fútbol argentino en 2015 luego de 10 años en el Nürenmberg de Alemania. En dicho club, se convirtió en ídolo, pero dejó todo para vestir la camiseta de Rosario Central. Pero luego de romperla en el elenco rosarino, fue motivo de disputa en el mercado de pases de junio de 2017 entre River y Boca. No obstante, su corazón inclinó la balanza y rechazó al eterno rival por un motivo muy especial.
El regreso de Javier Pinola al país fue tan exitoso que hasta en marzo de 2016, el entonces entrenador de la Selección Argentina, Gerardo Martino, lo convocó para disputar la Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. De esa forma, volvía al combinado nacional tras nueve años, cuando había sido citado por Alfio Basile en 2007. De hecho, un año después y todavía siendo, Edgardo Bauza también lo citó.
Su alto rendimiento hizo que Boca, Racing y River posaran sus ojos en él y se lo disputen en el mercado de pases de junio de 2017. “Nos sorprende porque hace 48 horas llamó Boca, hace cinco días llamó Racing y las conversaciones duraron un minuto. La respuesta en ambos casos era que Central no negociaba a Pinola. A diferencia de esos clubes, River no llamó”, expuso aquel entonces Luciano Cefaratti, vicepresidente de Rosario Central.
“Nosotros nos enteramos de esta cuestión de River anoche por el representante del jugador, Marcelo Carracedo. Claro que nos sorprende la decisión de Javier de irse a River. Aunque por el momento es sólo eso, porque no hemos tenido una comunicación oficial de River para hablar sobre el tema, y es de mal gusto”, también agregó al respecto.
Javier Pinola siempre lo tuvo en claro
Pinola tomó la decisión de irse a River, a pesar del malestar de los dirigentes e hinchas del Canalla por perder a una de sus figuras, y se pagó la cláusula de recisión de 1.500.000 dólares. ¿Por qué se inclinó por River? Más allá del atractivo desde lo deportivo de jugar la Copa Libertadores con un equipo dirigido por Gallardo que se perfilaba como candidato, el principal motor fue cumplir su sueño.
El pibe que hasta los 13 y 14 años fue socio y fanático de la banda roja, aunque aclaró que después jugó en otros equipos y quiso ganarle siempre a River porque “uno es profesional y se compromete con el equipo en el que está”, siguió los pasos de su abuelo, Horacio Pedro Pinola. Sí, aunque muchos no lo recuerden, fue el diez de la Inferiores de Núñez hasta la Cuarta División y le trasladó la misma pasión por los colores.