River y Torino escriben una nueva página en su larga y rica amistad. Hace algunas horas, el conjunto italiano reveló a través de sus redes sociales su nueva camiseta alternativa. La nueva casaca hace conmemoración al Millonario y a la famosa banda, producto de su unión afectuosa que comenzó hace muchísimos años.
Que dos clubes tengan buena relación y se lleven bien suele pasar mayormente cuando son del mismo país. Pero que un equipo argentino y un italiano formen una alianza tan fuerte con el correr de los años, es algo que no se ve todos los días. Este es el caso de River y el Torino, una relación que data del año 1949.
El equipo italiano presentó su nueva camiseta alternativa, inspirada en la casaca del Millonario. Es blanca y la típica banda en este caso en bordó, respetando los colores del conjunto europeo. En el interior del cuello se puede observar “Eterna amicizia. Torino, 26 maggio 1949. Eterna amistad”, una mezcla de italiano y español, como marca la relación entre ambos clubes.
Junto con la revelación de la camiseta, las redes sociales del Torino pusieron el mensaje: “Una celebración la amistad que durará por siempre con River Plate“. Desde el conjunto de Núñez respondieron en italiano, pero se traduce como: “Nuestros colores unidos para siempre”. No es la primera vez que el conjunto europeo hace un homenaje a River y viceversa, ya que con el pasar de los años, el Millonario sacó a la venta varias camisetas haciendo honor al equipo italiano.
El inicio de la amistad entre River y Torino
En el año 1949, todo el plantel del Torino y la mayoría de sus dirigentes fallecieron a raíz de un accidente de avión cuando volvían de jugar un partido amistoso en Portugal. Antonio Vespucio Liberti, Presidente de River en ese entonces, puso a disposición al equipo y viajó a Italia para disputar un encuentro a beneficio en honor a las víctimas. Hoy en día sería algo impensado, ya que el Millonario viajó con todos los titulares mientras que la Reserva se quedó jugando el torneo local. El encuentro terminó 2-2 con goles de Ángel Labruna y Alfredo Di Stefano.