Hay igualdades que pasan inadvertidos y son rápidamente olvidadas. Hay otros que tienen el sabor de una caída total. Y hay otros que se asemejan a un triunfo, pese a que sólo ofrezcan un punto, por los contextos del encuentro o contexto particular. Y eso fue lo que vivió River en el Clausura de 1997 ante Boca. El Superclásico estaba 0-3 y terminó 3-3. ¡Inolvidable!
El 3-3 del 23 de marzo de 1997 se festejó como una victoria en el Monumental, porque el Xeneize había arrancado 3-0 arriba en la primera media hora. Parecía que iba a terminar en una goleada histórica del eterno rival en Núñez. No obstante, esa tarde terminó con la locura de los hinchas del Millonario gracias al perfecto cabezazo que metió el paraguayo Celso Ayala a los 41 minutos. del segundo tiempo.
El River de Ramón Díaz era el campeón vigente porque había ganado el Apertura del año anterior. En ese certamen, precisamente, había perdido 3-2 sobre la hora el Súper en la Bombonera con el gol de Guerra. Entonces, este frentazo de Ayala fue una especie de revancha para ese equipo que terminaría como campeón de aquel Clausura 97 y luego festejaría el Tri con el Apertura 97.
Boca comenzó ganando a los 5′ con gol del uruguayo Néstor Cedrés, ex Millo. El Manteca Sergio Martínez, otro charrúa, estiró la ventaja a los 17′ y metió el 3-0 a los 30′ luego de que Roberto Bonano le atajara un penal a Roberto Pompei. Pero la remontada de la Banda se inició con un gol de Sergio Berti a los 42′. Fue un grito que implicó en lo futbolístico y anímico.
El segundo tiempo de River
Ambos equipos quedaron con diez jugadores (fueron expulsados Javier Castrilli Berizzo en Núñez y Manteca Martínez en el Xeneize). Facundo Villalba la picó por encima de Sandro Guzmán y puso el 2-3 a los 36′. A partir de ese momento, el Xeneize se refugió en su propia área y el equipo del Pelado Díaz fue un aluvión hasta lograr el 3-3 que convirtió el 2 paraguayo.