El mercado de pases vuelve a poner frente a frente a River y Boca, no solo por los nombres que aparecen en el radar, sino también por la manera en la que cada club encara la planificación de cara al 2026. Con la temporada 2025 ya finalizada, ambos llegan a esta ventana desde realidades distintas, lo que se refleja en las prioridades, las urgencias y la forma de invertir.
En ese escenario, los de Claudio Úbeda parecen haber optado por una estrategia más medida y puntual. Con la clasificación a la Copa Libertadores ya asegurada y un cierre de año en alza, el conjunto azul y oro apunta a reforzar sectores específicos del plantel, sin necesidad de una renovación masiva. La idea es potenciar una base que respondió en el tramo final, incorporando jerarquía y prescindiendo de aquellos nombres que no tienen lugar.
Del otro lado, en el Millonario hoy el panorama es otro. El 2025 marcó un año de fracasos, sin títulos, con solo un clásico ganado en el primer semestre y teniendo que conformarse con disputar la próxima edición de la Sudamericana. Ahora, el mercado parece aparecer como una especie de salvavidas, necesitados de recomponer una identidad que se fue perdiendo con el correr de los meses. Las apuradas incorporaciones reflejan una búsqueda constante de consolidar nuevamente un plan y volver a enderezar el rumbo.
La diferencia va más allá de gastar más o menos. También, el momento de cada uno influye, y hoy por hoy en River negocian condicionados por la necesidad de respuestas inmediatas, mientras que en Boca lo hacen desde la tranquilidad.
River y Boca, con enfoques distintos: Libertadores vs Sudamericana
El mercado recién empieza, pero las señales ya están sobre la mesa. Boca busca ajustar piezas para competir en la máxima cita continental; River intenta rearmarse para volver a ser. Dos caminos distintos, con una certeza clara: hoy, la planificación parece favorecer al que llega mejor parado a 2026.


