En una noche para el olvido en el Emirates Stadium, el Atlético de Madrid de Diego Simeone cayó goleado 4-0 ante un Arsenal implacable, que extendió su racha perfecta en la UEFA Champions League 2025/26. En ese sentido, Julián Álvarez fue titular en el Colchonero, sufriendo la derrota.
El equipo inglés liquidó el partido con una ráfaga de goles en apenas 13 minutos del segundo tiempo, dejando sin respuestas al conjunto español. En medio del vendaval, Julián Álvarez fue uno de los pocos que mostró algo de rebeldía. El delantero argentino compartió ofensiva con Giuliano Simeone y Nicolás González.
Full time in London. pic.twitter.com/0j2x6s9gWr
— Atlético de Madrid (@atletienglish) October 21, 2025
En un lapso de 13 minutos letales, Arsenal liquidó el encuentro. Gabriel Martinelli curvó un zurdazo sublime para el 2-0 en el 57′, y Gyökeres –que rompió una sequía de nueve partidos sin gol– facturó dos veces: primero con un rebote pícaro al 64′ y luego empujando un centro de Declan Rice al 70′.
El Atleti, que había resistido con solidez hasta entonces, se desinfló. Jan Oblak salvó varias, pero nada pudo contra la máquina Gunner, que acumula tres victorias en tres partidos sin recibir goles, primera vez desde 2007. Además de Álvarez, fueron titulares Giuliano Simeone y Nicolás González. Thiago Almada ingresó en el segundo tiempo, mientras que Juan Musso y Nahuel Molina quedaron en el banco.
La derrota deja al Atlético de Madrid en una posición comprometida en su grupo, mientras que Julián Álvarez, pese al resultado, sigue mostrando que puede ser una pieza clave en el esquema de Simeone. Su entrega y capacidad para generar peligro en momentos adversos lo mantienen como uno de los jugadores más destacados del plantel.
El oriundo de Calchín de 25 años jugó los 90 minutos con nota aprobatoria en esfuerzo, pero el resultado lo eclipsa. Según Sofascore, Álvarez sumó un rating de 6.8/10: 42 toques, 81% precisión en pases (22/27), 2 tiros (1 al arco, el del travesaño), 3 duelos aéreos ganados y 8 recuperaciones. No asistió ni marcó, pero su movilidad constante –cubriendo 11.2 km– fue el pulmón ofensivo del equipo.
