El exfutbolista y director técnico Ricardo Gareca abordó recientemente la histórica magnitud de los dos clubes más grandes de Argentina y la diferencia en el impacto mediático que generan. En diálogo con el programa Dupla Técnica, el “Tigre” compartió su visión, producto de una carrera que incluyó un recordado e inusual pase de Boca a River.
Según Gareca, ambos equipos son especiales y acaparan la atención nacional, una trascendencia que, en su opinión, se manifiesta con mayor intensidad en uno de los dos gigantes. Al analizar la repercusión de ambos clubes, no dudó en señalar una disparidad. “Boca trasciende para bien o para mal de una manera mucho más fuerte que River,” sentenció el exdelantero.
El análisis se centra en la forma en que los acontecimientos internos del club de La Boca son amplificados en el ámbito mediático y social. “Cuando hay algún problema en Boca se magnifica todo y adquiere una dimensión mucho más importante,” explicó el “Tigre”, destacando la potencia del club para capturar la conversación pública. El exjugador también reflexionó sobre si River y el Xeneize realmente se distinguen del resto de los clubes argentinos.
Ruidosas declaraciones de Ricardo Gareca
Su respuesta fue categórica: “SÃ, claro. Boca y River te acaparan porque en el paÃs entre ellos dos está el 70% de la población.” Esta base de seguidores, que abarca la gran mayorÃa del paÃs, es lo que, según Gareca, confiere a cada suceso una resonancia amplificada. “Es algo que repercute mucho más todo por lo que son especiales,” afirmó, atribuyendo su poder a la masiva identidad que representan.
La perspectiva de Ricardo Gareca se forjó a partir de una de las transacciones más polémicas de la historia del fútbol argentino. En 1985, fue protagonista de un infrecuente pase directo entre los rivales, considerado por muchos como un acto de “traición” en su momento. Aquel acontecimiento involucró su pase y el de Oscar Ruggeri de Boca a River, a cambio de que Carlos Tapia y Julio Olarticoechea hicieran el camino inverso, de Núñez a La Boca.
