Semanas antes del cruce contra Palmeiras por Copa Libertadores, River volvió a medir fuerzas por el Torneo Clausura. Esperaba conseguir un triunfo que le permita seguir ganando confianza, en una previa crucial para llegar a cuartos de la mejor forma. Por esta razón, el gol de Gonzalo Montiel sobre el complemento representó un verdadero alivio, y anticipaba un triunfo que parecía estar al alcance de la mano.
Sin embargo, en la última jugada de la noche, el Millonario se distrajo y pagó bastante caro: Lanús aprovechó una serie de errores, y mediante la aparición de Rodrigo Castillo, selló el 1 a 1 definitivo. Con este escenario, Marcelo Gallardo se despidió de la Fortaleza sin emitir declaraciones, dejando a la vista su bronca y descontento.
También apuntó al nivel de River
La postura del DT iría un poco más allá, ya que deja bajo la lupa el funcionamiento del Millonario en el terreno de juego. “No concibe que River no pueda dar cuatro pases consecutivos. Creo que no habló por dos cosas: primero por la bronca que le generó el resultado y básicamente por el funcionamiento, porque en ningún momento del partido lo noté conforme, solo algunas veces asintió ante intervenciones de Rivero, Portillo y Salas“, comentó Gustavo Yarroch.
“En líneas generales estuvo muy disconforme a lo largo del partido y que haya mandado a calentar a Driussi, Salas, Juanfer y Montiel promediando el primer tiempo, iban 28 del primero y estuvo tentado de cambiarlos, si no lo hizo fue para que no se generar un escándalo. Lo hubiera sido“, continuó el periodista, aclarando que el DT entiende que todavía hay muchas cosas por mejorar.
Pasando en limpio, existen dos motivos claves que explican el enojo del Muñe en la noche del lunes. “Esto es información: Gallardo no quiso hablar primero porque estaba molesto con el resultado, por cómo se le escapa a River el triunfo, y segundo por el inconformismo que tenía con el funcionamiento del equipo”, sentenció Gustavo Yarroch después de la igualdad.
