Después de cerrar cinco refuerzos y ejecutar dos cláusulas de repesca, la dirigencia comenzaba a despedirse del mercado de pases. No obstante, apareció sobre la mesa una posibilidad que nadie se imaginaba, producto de la lesión de Germán Pezzella. River encontraba tiempo para incorporar hasta el 31 de agosto, por lo que todos los flashes se centraron en la postura de Marcelo Gallardo.
La baja del marcador central de cara a los próximos meses marcaba una nueva necesidad en el plantel, además de que algunas posiciones parecían necesitar una nueva certeza. Por este motivo, no se descartaba la chance de que, casi sobre la hora en el periodo de transferencias, River protagonice una negociación relámpago para brindarle una nueva opción al DT.
No obstante, después del triunfo del cuadro de Núñez ante Godoy Cruz, este posible escenario quedó al margen. Principalmente por las declaraciones de Marcelo Gallardo, quien, lejos de dejar la puerta abierta para un último arribo, confirmó que, de momento, el Millonario no moverá nuevas fichas en cuestión de incorporaciones.
“No evaluamos ninguna alternativa, no es fácil salir a buscar jugadores ahora. Es un poco más complejo, están las ligas iniciadas. Tiene que ser algo especial, que no esté al alcance de la mano“, desveló el entrenador en conferencia de prensa, dejando en claro que, salvo una oportunidad irrechazable, cierra de manera oficial el mercado de pases del Millo.
River se mueve en otro sentido
Más allá de esta postura, se producirán algunos cambios en el plantel sobre el cierre del libro de pases: después de las despedidas de Santiago Simón y Matías Rojas, Manuel Lanzini se convertiría en refuerzo de Vélez. Solo restará por resolver la situación de Matías Kranevitter, quien tiene tiempo hasta fin de mes para encontrar un nuevo destino y evitar quedar al margen hasta diciembre.
