Sobre la recta final del periodo de transferencias, la dirigencia de River realiza un repaso del plantel de Marcelo Gallardo para permitir nuevos cambios. Tanto en cuestión de posibles refuerzos como de salidas, por lo que, además de marcarles la puerta a los futbolistas relegados, considera aprovechar distintas situaciones para diagramar nuevos arribos.
Así, comenzó a tomar forma una nueva novela en el fútbol argentino, que deja bajo todos los flashes a River y Vélez. También posicionó como protagonista a Rodrigo Aliendro, quien, después de entender que no iba a tener más lugar bajo las órdenes de Marcelo Gallardo, atendió el llamado de Fortín y encaminó su arribo al conjunto de Liniers.
Pero, cuando parecía estar todo arreglado para que el mediocampista se sume al plantel de Guillermo Barros Schelotto, apareció un imprevisto que le puso un freno a la operación. “El pase no está del todo caído. Si bien River busca negociar a Aliendro a cambio de Maher Carrizo, el jugador presiona para conseguir su libertad de acción”, comenzó Martín Etcheverry.
En esta línea, aclaró que el Fortín no ofertará por los servicios del volante, sino que aguardará a que finalice de común acuerdo su vínculo con el Millo. “La oferta de Vélez es la más tentadora que tiene sobre la mesa, pero sabe que la única forma de poder arribar al Fortín es con el pase en su poder. En Liniers están a la expectativa de como se resuelve su situación. Si queda libre, se avanzará por él”, sentenció el periodista a través de su cuenta de X.
No es el único jugador de River que suena en Liniers
Luego de que Marcelo Gallardo le saque el número de camiseta para dárselo a Juanfer Quintero, Manuel Lanzini también quedó con un pie y medio afuera del Millonario. Por esta razón, desde Núñez no dieron vueltas y lo ofrecieron en una especie de trueque por Carrizo. No obstante, desde Vélez se mostraron inflexibles y dejaron en claro que solo consideran la salida de su figura por los 16 millones de dólares de su cláusula.
