Desde que el mercado de pases abrió sus puertas, Marcelo Gallardo analiza distintas oportunidades para cambiarle la cara a su equipo. No solo para recibir nuevos nombres de cara a la Copa Libertadores y el Torneo Clausura, sino también para despedirse de los jugadores que, a pesar de la importancia que supieron tener, se quedaron sin lugar en River.
Una realidad que no pasó desapercibida en el fútbol argentino, tal como lo demostró Vélez. En los últimos días, Guillermo Barros Schelotto levantó el pulgar para que el Fortín se mueva por uno de los borrados por el Muñeco: Rodrigo Aliendro. La operación parecía estar bastante encaminada; sin embargo, a último momento alcanzó un abrupto freno.
Pero, sobre la recta final del periodo de transferencias y cuando desde Liniers se mostraban listos a empezar a tachar la posibilidad, se dio un giro que anticipa un nuevo arribo para el plantel del Fortín. Fue en la tarde del domingo, cuando Hernán Castillo se refirió a los detalles finales que restarían para que el mediocampista cambie de aires.
“Aliendro va a terminar en Vélez, papel más o papel menos. Ya se hizo el pase, pero después pasan muchos días para que sea oficial. Pero bueno, ya se hizo el pase. Ahora hay que cerrar unas cuestiones y nada más”, aseguró el comunicador a través de su canal de YouTube, dejando en claro que, más temprano que tarde, el ex Colón dejará Núñez y arribará a Liniers.
¿Por qué se demora su salida de River?
Aunque Marcelo Gallardo le comunicó a Rodrigo Aliendro que no iba a ser tenido en cuenta, la rescisión de su contrato se hace esperar. Principalmente porque River baraja la posibilidad de incluirlo en una especie de trueque por Maher Carrizo, mientras que el Fortín solo considera los 16 millones de la cláusula de rescisión por su figura. Por esta razón, la llegada del volante a Vélez se hizo esperar; no obstante, de acuerdo a la última información, el pase se terminaría haciendo, independientemente de la postura de ambos equipos en la negociación por Carrizo.
