Con todas las miradas puestas en el debut de River en el Mundial de Clubes, la dirigencia se muestra atenta a otro importante tema: el mercado de pases. No tiene descanso, ya que, mientras diagrama la lista de salidas para oxigenar el plantel, busca nuevas opciones para reforzar las zonas sensibles del once. Así, se preparó para encabezar distintas novelas, con la intención de ganarles de mano a varios equipos europeos.
Una realidad que obliga a seguir de cerca el futuro de la banda izquierda del equipo de Marcelo Gallardo, quien pidió por un lateral capaz de competir de igual a igual con Marcos Acuña. Sonaron decenas de nombres antes de que el Millonario mueva fichas de manera formal, donde destacaron las posibilidades que tenían como protagonistas a Lucas Esquivel, Nicolás Tagliafico y Gabriel Suazo.
Sin embargo, Jorge Brito no salió de Argentina para cumplirle el pedido al Muñeco, debido a que apuntó por uno de los defensores más destacados del pasado Torneo Apertura: Román Vega. Hace unos días, estuvo a punto de convertirse en refuerzo de Ajax, que preparaba cerca de 6 millones de dólares por sus servicios; sin embargo, las charlas se enfriaron y permitieron que River pise el acelerador.
“Román Vega hace fuerza para jugar en River. Costaría cerca de 7 millones de dólares. Todavía no está cerrado, pero se estuvo avanzando bastante en las últimas horas“, confirmó Hernán Castillo, anticipando un giro positivo para el Más Grande. En caso que todo salga según lo esperado, terminará la especulación y Gallardo sumará al lateral izquierdo que viene pidiendo desde el mercado pasado.
No es el único nombre que pretende cerrar River
Mientras ultima detalles con los altos cargos del Bicho por los servicios de Román Vega, Jorge Brito apunta a otra de las figuras del fútbol argentino: Maxi Salas. Está al tanto de su situación contractual en Racing, por lo que prepara una propuesta importante para convencerlo. En paralelo, sabe que la Academia solo lo dejará salir por su cláusula de rescisión, quedando obligado a poner 8 millones de dólares sobre la mesa para dar un nuevo golpe.

