A principios de año, Marcelo Gallardo les recomendó a varios jugadores del plantel de River que no iban a formar parte de sus planes que salgan a préstamo para sumar minutos. Así, diagramó una lista de la que formaba parte Tomás Nasif, quien no dudó cuando se le presentó la oportunidad de ganar rodaje y protagonismo con la camiseta de Banfield.
Acordó su llegada al Taladro hasta diciembre, con una cláusula de repesca en el medio y sin opción de compra. Esta decisión prometía ser la ideal, principalmente por el arranque del atacante en el sur: convirtió tres goles y repartió una asistencia en sus primeros dos partidos, despertando la ilusión de la parcialidad riverplatense ante un posible regreso.
Sin embargo, las cosas no le salieron como esperaba en las semanas posteriores. Sufrió una durísima patada, que, además de dejarlo afuera de los terrenos de juego, desencadenó en esguince en su tobillo. Por lo menos ese fue el primer diagnóstico, debido a que no evolucionó como se esperaba y quedó obligado a pasar por el quirófano para recuperarse.
Recién volvería a los terrenos de juego entre septiembre y octubre, por lo que el Millonario esperará a que se recupere por completo antes de confirmar su regreso. “River no hará uso de la cláusula de repesca de Tomás Nasif debido a su lesión”, confirmó Renzo Pantich, anticipando la vuelta del delantero recién para después del 31 de diciembre.
Otro que tampoco vuelve a River
Daniel Zabala no solo sufrió una durísima lesión en su debut con Huracán, sino que también quedó obligado a abandonar el verde césped de manera prematura en su regreso. El diagnóstico final fue una ruptura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, por lo que el Millonario tampoco contará con sus servicios hasta el cierre del año.
