El 15 de abril de 2015, River vivió una noche inolvidable. En aquella ocasión, Tigres superó a Juan Aurich en Perú con una victoria inédita por 5-4, gracias a un triplete de Enrique Esqueda. El héroe menos pensado terminó ayudando al Millonario a clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores y le prometieron: “Me iban a poner una bandera”.
En una charla con TyC Sports, el futbolista recordó lo que se rumoreaba en aquel entonces: “Yo me acuerdo perfectamente lo que se decía. Esos despliegues en cuanto a que el grupo iba a ir con suplentes… Fue un poco incómodo, sobre todo difícil, porque yo creo que ningún jugador de Primera se considera ni suplente ni titular”.
“Algunos de los jugadores mayores se quedaron en México. Con la responsabilidad total de asumir lo que lo que nos toca hacer, que es jugar fútbol, desempeñarnos al máximo y dejar siempre todo, fue como se planteó ese juego en Perú. En ningún momento se pensó en que se iba a perder. Al contrario, siempre salimos con esa decisión de ganarlo y así fue. De alguna manera se ayudó a River. No hubo un anti fútbol”, añadió.
Después de aquella histórica jornada, el presidente de River en ese entonces, Rodolfo D’Onofrio le hizo una promesa, que nunca cumplió. “Me dijo que me iban a poner una bandera en la cancha, ja”, repasó. Además, comentó: “Me reconocieron unos cuantos, fue divertido, ja. Todavía me llegan muchos mensajes de hinchas agradeciéndome por las redes sociales. No te imaginas”.
“No muchas veces el hecho de meter los goles quiere decir que jugaste bien. Igual, tuviste la oportunidad de empujarlas y ya. Digo, en este caso no fue así más que el último gol, pero siendo muy sencillo, yo diría que es un ocho, porque también deje de hacer cosas seguramente. Entonces, un ocho no estaría nada mal”, sostuvo.
El recuerdo de aquella noche inolvidable para River
Posteriormente, Esqueda hizo foco en la final contra River en esa edición de la Copa Libertadores: “Me acuerdo muy bien que durante la fase de grupos, Juninho, que era nuestro capitán, nos dijo en uno de los entrenamientos que no podíamos dejar vivo a ese equipo con el que íbamos a jugar en el Volcán. Se me quedó grabado eso. Y empatamos 2-2”.
“A mi parecer, en muchas ocasiones fuimos superiores. Simplemente no aprovechamos las oportunidades que teníamos para marcar. Esa la gran diferencia. Ante equipos como estos no puedes permitirte no aprovechar las oportunidades. En la vuelta de la final hubo muchas en las cuales pudimos haber anotado gol. Y después vino el de Alario. Ahí se desploma el equipo, porque estás con arbitraje, estadio, todo en contra”, cerró.

