Si de jugadores inolvidables en la historia de River hablamos, no caben dudas que el nombre de Leonardo Pisculichi está presente. El exvolante llegó a Núñez a mediados del 2014, el mismo año que arribó Marcelo Gallardo. Con su zurda mágica enloqueció a los hinchas con goles trascendentales. Pero sobre todo, uno de los más gritados frente a Boca por la Sudamericana.
Sin dudas que ese año fue el más exitoso del futbolista que provenía de Argentinos Juniors. Porque luego vendría un 2015 sin minutos consecutivos pero con un título descomunal: el de la Libertadores. Una Copa en la que a Piscu le tocó jugar mucho menos y esa falta de rodaje lo llevó a tomar la precipitada decisión de irse del Millonario.
En una entrevista con La Página Millonaria, el 15 de la era del Muñeco reconoció: “Yo me seguía sintiendo importante en ese año porque tenía la participación que tenía que tener porque se cambió el esquema. Se jugó de otra manera, porque rendía el equipo de esa manera y hoy viéndolo desde afuera uno lo entiende mejor”, comenzó recordando.
“Siempre fui alguien que jugó en los equipos y me sentía descolocado al no jugar y a veces un jugador no entiende que capaz es más importante en 15 o 20 minutos que en los 90. Yo lo aceptaba, nunca tuve un problema con nadie, pero dentro de mí quería jugar y eso nos pasa a todos los jugadores. Con la participación que tenía yo me sentía conforme”, remarcó.
Su molestia con Gallardo y la decisión de irse
A lo que luego agregó que su postura final fue la que más le costó: “Obviamente tuve distintas maneras de pensar con Gallardo porque soy futbolista y creía que podía jugar un poco más y él entendía que no. Y por eso el error de llegado el momento haber tomado la decisión de tomar otro rumbo”, concluyó asumiendo que se apresuró con su salida.