River sabe que se vienen una nueva temporada cargada de desafíos. Pero, hoy el foco está puesto en el mercado de pases y hacer buenos trabajos de preparación. Y Marcelo Gallardo entiende que hay jugadores en la cuerda floja como Ramiro Funes Mori quien resuena fuertemente para irse. Y finalmente así será a un club que hace enojar a todos. “Está todo arreglado”
En River comprenden que nunca fue fáciltener a todos los futbolistas en las mejores condiciones. Porque las competiciones exigían. Por eso, hubo nombres de peso que se quedaron fuero en muchísimas citaciones. Para resguardar, para recuperarse a las dolencias físicas y en otros casos, porque realmente nunca llegan al 100% para ser considerados. Como fue la situación de Funes Mori.
Lo cierto es que el 2023 y 2024 no fueron buenos años para River y mucho menos para el defensor. Cuando en ese entonces, parecía que Demichelis encontraba el equipo, lesiones o cambios tácticos, surgían nuevamente. Y con Gallardo siguió la misma línea. Esto trajo consigo muchas críticas y uno de los más apuntados fue Funes Mori.
Lamentablemente, desde pasado 4 de marzo que se dio a conocer que no estaba a disposición del DT de turno, nuevamente todo se complicó. La causa fue una sinovitis en su rodilla izquierda y comenzó una larga etapa de entrenamientos diferenciados. Meses después volvió a las canchas y ya con Gallardo en el banco, tampoco levantó su nivel. Por eso, el panorama es claro por estas horas.
Si bien manifestó sus ganas de seguir en River, si aparece una buena oferta, se irá porque no es tenido en cuenta. Hoy, no hay nada oficial y el Mellizo sabe que corre con desventaja. Lo cierto es que el DT lo relegó de todas las convocatorias en lo que va del año. Por lo que, finalmente, llegó el momento de aceptar una propuesta y esa fue la de Estudiantes. Sí, un rival directo del club. Incluso, desde La Plata, “ya tiene acordada su llegada. Entre las partes está todo arreglado. Se concretará el traspaso desde River cuando se de la salida de Benedetti a la MLS y libere el cupo” contó Uriel Lugt. Bombazo.
