A pocos días de que comience la actividad en el fútbol argentino, Marcelo Gallardo movió las piezas finales en el plantel de River. Principalmente en vistas del fuerte éxodo que se estaba gestando puertas adentro, el cual prometía hacer espacio para las últimas incorporaciones. Sin embargo, a la dirigencia se le presentó un inesperado problema, por lo que debe encontrar una rápida solución antes de que el mercado de pases cierre de manera oficial: “No quieren”.
Antes de que Jorge Brito salga en busca de nuevas incorporaciones, el entrenador millonario enumeró a los jugadores que iban a correr desde atrás en su consideración. Su lista era bastante extensa, debido a que varios quedaron a deber durante la segunda mitad del 2024 y empezaron a darle forma a sus respectivas salidas del Millonario.
Una realidad que hizo ruido en el fútbol argentino, donde distintos equipos pisaron el acelerador por los relegados de Marcelo Gallardo. No obstante, la situación sufrió un giro rotundo, tal como lo dejó en evidencia Hernán Castillo. “La preocupación de River hoy pasa por las dificultades que tienen con las salidas. Están intentando concretar varias salidas que no se están dando. Muchos jugadores NO SE QUIEREN IR DE RIVER por el alto sueldo que perciben. Esto dificulta todo”, explicó el comunicador.
En esta línea, puso el foco en una solución que, a pesar de que no gusta entre los dirigentes, podría permitir que los borrados cedan y encuentren nuevos destinos. “Están analizando pagarles parte de contrato a los jugadores que se van a préstamo. Es el único camino que podría encontrar River, pagarles parte del sueldo y que la parte restante se encargue el otro club”, completó Castillo.
¿Cómo cerraría el mercado de River?
Además de buscarles equipo a los borrados, la dirigencia millonaria centra todos sus esfuerzos en dos posiciones: la banda izquierda y la zona media del equipo. Los apuntados son Lucas Esquivel y Kevin Castaño, por quienes existen charlas con Atlético Paranaense y Krasnodar, respectivamente. Sin embargo, tampoco hay que descartar la aparición de un tapado, que asome como la gran bomba sobre el cierre del periodo de transferencias.