River tiene en claro que será un 2025 clave para pelear nuevos objetivos. Y tendrá el Mundial de Clubes como una de las grandes citas. Por eso, trabajará arduamente en lo que respecta al mercado de pases. Y de la mano de Marcelo Gallardo junto con la dirigencia planean varios refuerzos. Pero, también están atentos a las salidas donde parecían ser varias más. No obstante, un caso que estaba a un paso de irse cambió su panorama: “Deseo de cumplir su contrato“
Este 2024 para River fue muy particular. Con un nuevo DT en la segunda mitad del año, las expectativas estaban a flor de piel. Sin embargo, no se logró el máximo de ellos como fue la Libertadores. Dado que quedó eliminado en semifinales este pasado martes ante Atlético Mineiro por no poder revertir un duro resultado 0-3 abajo.
Y el mercado dejó mucho que desear. Allá por los meses de enero y febrero se concretaron las partidas de nombres muy trascendentales con Demichelis. Y el DT quedó en el ojo de la tormenta. Pero, en julio logró la llegada de los refuerzos que pidió: Felipe Peña Biafore, Federico Gattoni, Franco Carboni, Jeremías Ledesma y Adam Bareiro.
Pero, luego el DT de turno tuvo que dejar su cargo porque las cosas no iban bien. Ni futbolísticamente ni en los resultados. Por lo que, Gallardo fue quien tomó su lugar, hizo una limpieza y sumó a otros nombres que le interesaban fuertemente. Como Germán Pezzella, Fabricio Bustos, Maximiliano Meza y Marcos Acuña terminó la temporada.
Pero ahora en el verano ya tuvo otras nuevas caras y regresos. Enzo Pérez, Gonzalo Tapia, Matías Rojas, Giuliano Galoppo y Lucas Martínez Quarta. Aunque, también está atento a las posibles partidas donde se desprendería de figuras. Uno de ellos es Miguel Borja. El colombiano atravesó un bajón futbolístico y las chances de emigrar surgieron fuertemente. No obstante, el panorama cambió. “Borja habló con Gallardo y le manifestó su deseo de cumplir su contrato con River y quedarse. Se siente cómodo y valorado. Todo indica que el colombiano seguiría en el Millonario” contó Damián Villagra. ¿Fin a la novela?