Gago lo llamó y le ofreció la 5 de Boca, pero River se lo quiere quitar por 12 millones de dólares: “Es el que quiere Gallardo”

La dirigencia de River tiene una prioridad clara para el próximo mercado: cerrar la incorporación de un 5 de jerarquía. Una necesidad que se repite en la vereda de enfrente, debido a que Boca también pretende un volante de calidad para afrontar el Mundial de Clubes. Con este escenario, Fernando Gago hizo sonar el teléfono de uno de sus apuntados, quien también asoma en el radar de Marcelo Gallardo: “Es el que quiere”.

Días antes del inicio de la pretemporada, Marcelo Gallardo habló con Jorge Brito y le marcó una serie de objetivos en vistas del periodo de transferencias. Apuntó bastante alto, ya que entiende que necesita calidad y cantidad para pisar fuerte en la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes. Por ende, no se anduvo con vueltas al momento de diagramar el futuro de su mediocampo.

Entendiendo que Nicolás Fonseca tiene un pie afuera de Núñez y Matías Kranevitter no le brinda garantías, el Muñeco pidió a un 5 que supo destacar en el fútbol sudamericano: Aníbal Moreno. “Es el 5 que quiere Gallardo para el nuevo River“, confirmó Gustavo Yarroch hace unos días, palpitando un intento del Más Grande por los servicios del ex Racing.

Sin embargo, el Millonario no tiene el camino allanado ni mucho menos. “Después de la consulta de River por su precio, se comunicó Fernando Gago con Aníbal Moreno. Se conocen desde Racing. Gago sí le mostró interés formal para que sea el 5 de Boca“, aseguró Renzo Pantich. De esta manera, asoma una novela que promete extenderse por buena parte del mercado.

River y Boca deberán sacar la billetera

Tras realizar sus primeros sondeos, Brito se hizo eco del precio que fijó Palmeiras para sentarse a negociar por el mediocampista: 12 millones de dólares. Un número que no resulta imposible para River, pero que lo obligaría a gastar la mayor parte del dinero que tiene disponible para incorporaciones. Sin embargo, el cuadro de Núñez no se baja de la pelea, ya que Gallardo insiste y se ilusiona con jerarquía pura para un puesto que le provocó unos cuantos dolores de cabeza.