La Copa Libertadores de 2018 es, y seguramente seguirá siendo por mucho tiempo, la conquista más recordada de todos los tiempos de River. Aquella final frente a Boca es lo que la hace tan especial, pero para ello, los de Marcelo Gallardo tuvieron que superar una importante adversidad. Sin embargo, el propio DT pidió “que la gente crea”, y no defraudó.
El 23 de octubre de 2018, el Millonario recibió a Gremio en la semifinal de aquel certamen. En el Estadio Monumental, el conjunto brasileño se impuso por 1 a 0, y los del Muñeco sabían que tenían que definir las cosas en condición de visitante. Sin embargo, el entrenador creía que era posible remontar, por lo que los hinchas también lo hicieron.
Y finalmente fue así. El 30 de octubre, River visitó Arena do Gremio en un contexto totalmente adverso, pero con la ilusión intacta. Sin embargo, cuando transcurrían 36 minutos, las cosas empeoraron aún más. Tras un tiro de esquina, Leo Gomes puso el primero para los locales, obligando a los de Núñez a convertir dos goles.
La hazaña parecía imposible, hasta que Borré hizo el primero en el 82’. A partir de ahí, el Millonario fue para adelante buscando la épica, y finalmente la consiguió. Con la intervención del VAR, Cunha advirtió una mano adentro del área, que ni los propios jugadores reclamaron, y sancionó penal a favor de los de Gallardo.
En un acto de locura, el Pity Martínez se hizo cargo, estampó el segundo y desató la locura de todo el pueblo riverplatense. La historia de aquella Copa finalizó en Madrid, y ganándole al máximo rival, pero ese choque ante Gremio fue igual de importante e histórico. Este sábado se cumplen tres años de la hazaña, y el recuerdo sigue más vigente que nunca.