En la lista de posibles bajas que puede sufrir River durante el mercado de pases, una destaca por encima del resto. Tiene como protagonista a Miguel Borja, quien no solo vería un cambio por las ofertas que recibirá del exterior, sino que también depende de Marcelo Gallardo. Con este escenario, trascendió la postura del DT con el Colibrí, y la noticia cambiaría los planes para 2025: “No hay problema, pero fijate”.
A pesar de que Miguel Borja se consolidó como el máximo goleador de River en el año, parece haber quedado en la cuerda floja. Sobre todo por su nivel en los últimos meses, que lo dejó bajo la lupa de la parcialidad riverplatense y provocó que pierda su lugar en el once titular de Marcelo Gallardo. A esta situación también hay que sumarle su cláusula, que pasará a valer 4 millones de dólares a partir del 1 de enero.
En este contexto, todas las miradas se centraron en el Muñe: deberá tomar una decisión clave con el Colibrí, para marcarle la puerta de salida o confirmar su continuidad. Las últimas informaciones indican que no le bajará la persiana de manera definitiva, aunque sí le dejaría en claro que su nombre no se encuentra por delante que el de sus competidores en la carrera por el puesto.
Así lo detalló Sebastián Srur, cuando puso el foco en la conversación que tendrán el DT y el delantero dentro de unos días. “Borja va a tener que decidir. Marcelo no le va a decir ‘andate, no te quiero más’. Le va a decir: ‘mirá, como terminó el año y corriste de atrás, seguramente correrás de atrás en el arranque del nuevo año. Te quedás a pelear, no hay problema, pero fijate'”, expresó el periodista.
Si se va de River, ¿cuál sería el destino de Borja?
En caso de que el colombiano dé por finalizado su paso por el Más Grande, varios equipos ganarán fuerzas en la búsqueda de sus servicios. Los avances más fuertes se gestaron en la Major League Soccer y tienen como protagonistas al Cincinnati, Inter Miami y Los Ángeles FC. Por otra parte, también asoman distintos equipos de Medio Oriente, con la intención de acercarle un contrato difícil de rechazar.