Pocas veces Lionel Messi jugó contra equipos argentinos. Pocas veces pidió perdón por anotar un gol. En aquel partido, ocurrieron ambos sucesos, donde River enfrentó al Barcelona, considerado por muchos el mejor equipo de todos los tiempos, teniendo como protagonistas al 10 del conjunto catalán y a Marcelo Barovero, de lo mejor de River en ese encuentro.
River llegó a la final luego de vencer a Sanfrecce de Hiroshima por 1-0, con gol de “Pity” Martínez, mientras que Barcelona venció 3-0 a Guangzhou de China. Desde 1986, River no enfrentaba a un conjunto europeo por una competición oficial, la última vez había sido ante Steaua de Rumania.
El encuentro entre River y Barcelona dejó una gran cantidad de jugadas inolvidables para los hinchas, que colmaron las cercanías al estadio. Entre tantas jugadas, se destacan las atajadas de Marcelo Barovero, frente a la que sería la mejor delantera del mundo en ese momento.
“Mi hijo me pidió antes del Mundial de Clubes -tenía 10 años- y como todo niño lo miraba a Messi, sabía quién era y me dijo que le atajara una pelota así le cumplía el sueño”, relató el arquero, que además fue el capitán de River en ese encuentro, en diálogo con ESPN.
Al momento de levantarse de la atajada, Barovero le pidió a Messi cambiar las camisetas después del encuentro. Lo que sucedió posteriormente causó la impresión del arquero. “Pedí cambiarle la camiseta y me dijo: ‘No tengo más’. La cambié con (Claudio) Bravo. Entonces él (por Messi) agarró mi camiseta, ingresó al vestuario y cuando volvió, vino con la de Bravo y en la otra mano tenía sus botines y me dijo: ‘Son para tu hijo’“, rememoró el arquero.
“Es muy fuerte todo porque jamás me hubiese imaginado que me iba a escuchar y menos dar ese regalo. Es único, un recuerdo maravilloso”, sentenció Barovero.