Apagado. Esa es la definición de un Estadio Monumental golpeado luego de un mes de octubre fatal. Posterior al eufórico recibimiento del pasado martes frente a Atlético Mineiro, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires prosiguió a clausurar una de las tribunas del Monumental y reducir su capacidad.
La tribuna Centenario Alta pagó las consecuencias del mencionado recibimiento, reduciendo la capacidad del Monumental en un 10%. Un total de 9652 lugares menos fueron ocupados durante el partido del pasado sábado frente a Banfield, donde River logró imponerse por 3-1.
A modo de concientización, las tribunas de la Centenario Alta fueron cubiertas por una amplia bandera con la leyenda “la pirotecnia no autorizada, no juega”. Además, no se permitió el ingreso de banderas de palo ni elementos de celebración que habitualmente se le autoriza a la Subcomisión del Hincha.
¿Por qué se montó la bandera? La medida entraba dentro de la sanción mencionada a manos del Ministerio de Seguridad, la cual contemplaba “Colocar en forma visible una bandera de gran tamaño con un mensaje orientado a concientizar y desalentar el uso de pirotecnia no autorizada y/o en forma indebida”.
“Para evitar que esta situación se repita se deberá delinear un plan de acción orientado a detectar y prevenir la presencia de pirotecnia y elementos no autorizados en las dependencias y sectores del estadio”, agregaba el comunicado, redactado por el Ministerio de Seguridad.
La palabra de Brito
A raíz de la sanción, el presidente Jorge Brito se expresó en contra de la medida adoptada. “Ya vimos que en otras canchas del fútbol sudamericano, por Copa Libertadores, los organismos locales no clausuran una tribuna por la celebración de sus hinchas. Y la de River no debe ser la excepción”, argumentó.
“Ante esta medida antipática, aún así, quiero felicitar al hincha de River que hizo un recibimiento nunca visto en la historia del fútbol. Acorde al movimiento popular más grande del mundo. Fue ejemplar: en familia, sin incidentes, sin violencia”, finalizó.