Sin dudas que son miles los jugadores que sueñan con jugar en la primera de River, mucho más los jóvenes que luchan en las divisiones inferiores para lograr su debut. Sin embargo una de las cosas más difíciles además de llegar es mantenerse y no solo influye la voluntad del futbolista sino también la confianza del entrenador de turno.
Ariel Beltramo, hoy en día jugador retirado, habló con Bolavip en una charla sumamente enriquecedora donde habló de lo que fue su paso por River entre la década del 80 y 90, desde sus primeros pasos hasta el momento que debió marcharse por culpa de un hombre con el que quedó sumamente dolido: Daniel Alberto Passarella.
“Llegué al club de mis amores en el año 1986 de la mano de Hugo Tedesco, ex jugador de Huracán. Luego, por mi insistencia por llegar a cumplir ese sueño, pude compartir vestuario como sparring en Reserva y jugar contra ellos años después. Convertí mi sueño en realidad de conocer y compartir entrenamientos y vestuarios con grandes jugadores y personas como el caso de Ruggeri, Enrique, Caniggia y Batistuta”, comentó.
Beltramo llegó a jugar en la primera de River e incluso anotó un gol por Copa Libertadores, pero el sueño se derrumbó. “La relación con Passarella era casi nula ya que era un tipo muy distante en lo comunicacional, salvo con pocos con los que él elegía para relacionarse. Mi salida de River fue lamentable y triste”, expresó.
Por último agregó: “Fue por la poca continuidad que tuve con él de técnico, ya que había representado y elegido a Walter Silvani y siento que no fue justo en darnos las mismas posibilidades. Después de hacer el gol en las semifinales de la Copa Libertadores -contra Barcelona de Ecuador en 1990-, a las semanas siguientes ni siquiera me citaba, algo insólito e inesperado para cualquier jugador”, sentenció Beltramo, que dejó al Millonario en el 92 apara sumarse a la Universidad de Chile.