Este martes en el Estadio Defensores del Chaco de Asunción, Paraguay dio el golpe y derrotó 1-0 a Brasil en un encuentro correspondiente a la octava jornada de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Gracias a un golazo de Diego Gómez, la Albirroja volvió a superar a la Canarinha tras 16 años y lo hizo sin la presencia de Adam Bareiro.
Más allá de la notable victoria del seleccionado paraguayo, lo cierto es que de la mano de Gustavo Alfaro se volvieron a ilusionar con clasificar a la próxima Copa del Mundo. El Profe sumó otro resultado positivo con la particularidad de que lo realizó sin darle minutos a Bareiro. Así, el delantero de River regresará a Núñez sin tener actividad oficial en la fecha FIFA.
Tras no integrar el banco de suplentes ante Uruguay en Montevideo, el exfutbolista de San Lorenzo estuvo sentado en el banquillo ante Brasil, pero no ingresó al campo de juego. Por ende, Adam sigue sin entrar en la categoría de jugadores con doble nacionalidad con más de diez partidos con su Selección. Y esto repercute en el Millonario de cara a liberar un cupo pensando en el mercado de pases.
Alfaro hizo historia en Paraguay sin Adam Bareiro
En rueda de prensa, Gustavo Alfaro analizó el rendimiento de Paraguay: “Era una combinación: cómo juego con la cabeza y como ofrezco el corazón y yo creo que hoy los muchachos esta noche ofrecieron el corazón y por eso se llevaron la victoria. Lo que sí estaban haciendo era reconocer una actitud, reconocer ese rasgo distintivo que siempre caracterizó a este país”.
“Acá yo lo único que quería hacer es tratar de ayudarlos, a empujarlos, a darles ese impulso porque entendía que venían trabajando de distintas maneras, porque nosotros sabemos dónde queremos llegar. Lo único que tuve que hacer es zamarrear un poquito el árbol para que se caigan las arañas y que nos demos cuenta que ese árbol está lleno de frutos”, confesó.
Además, el DT argentino afirmó: “Estamos muy contentos, como lo está el país, yo creo que Paraguay no solo necesitaba esta alegría sino la merecía. Ese camino al estadio que duró 55 minutos, era una sumatoria de compromiso, incrementaba todo, esta noche no podíamos fallar. Ver el estadio, la gente, nos generó un compromiso enorme. Me preguntaron el divorcio de la gente con el equipo”.
“Yo no puedo decir lo que pasó antes porque no estaba porque no puedo hablar de las cosas que pasaron. Pero yo le dije a los chicos que esto no es un proceso que se comenzó a construir hace dos o tres semanas atrás, para mí este es un proceso que se comenzó a construir en el 2011 y de distintas maneras fue buscando sus formas y tal vez tardó más de lo que uno hubiese esperado”, concluyó.