Cuando se confirmó que la firma de Marcelo Gallardo estaba al caer, las cosas tomaron otro color en River. Tanto de cara a la Copa Libertadores como en vistas al mercado de pases, donde la dirigencia apuntó por nombres concretos y pisó el acelerador. Así quedó en evidencia en estos últimos cuatro días, debido a que Jorge Brito no dudó y cerró tres refuerzos de palabra.
Luego de que Marcelo Gallardo haya llegado a un entendimiento con la dirigencia de River para concretar su vuelta, transmitió una lista de pedidos a cumplir en el mercado de pases. No se limitó a solicitar el arribo de jugadores de recambio o promesas, sino que pretendía la incorporación de nombres de peso para el fútbol argentino.
Según trascendió hace unos días, uno de sus mayores anhelos tendría arreglada su llegada: después de protagonizar una extensa novela, Germán Pezzella se convertirá en refuerzo de River. Claro está que ahí no terminaron los esfuerzos de la dirigencia riverplatense, que seguía buscando el arribo de un mediocampista para suplir la reciente salida de Esequiel Barco.
Con este escenario, centró su atención en el fútbol de México. Ahí se encontraba Maximiliano Meza, jugador del gusto del Muñeco que finalizaba su contrato en 5 meses. Por lo tanto, la dirigencia de River desembolsó 2 millones de dólares y dejó todo encaminado para una nueva incorporación. Si no surgen imprevistos, el ex Independiente llegará al país en los próximos días para firmar contrato.
En esta línea, Brito apuntó a otro jugador con pasado en el Rojo para darle un salto de calidad a la última línea del equipo de Gallardo. Se trata de Fabricio Bustos, por quien habría acuerdo entre River e Inter de Porto Alegre. Pasando en limpio, incluso antes de que el Muñe sea presentado de manera oficial, su nombre fue clave para que la dirigencia le ponga punto final a tres novelas en simultaneo.