Justo antes de la final, la Selección Argentina volvió a enfrentar a su primer rival de la Copa América. Canadá no le puso las cosas sencillas, debido a que no le tuvo respeto e intentó jugarle de igual a igual. Pero este esquema de partido terminó gracias a Julián Álvarez, quien apareció cuando el equipo más lo necesitaba y encaminó el triunfo ¡Otra vez en semifinales!
Julián Álvarez arrancó la Copa América de la mejor forma posible: hizo pesar su olfato goleador y convirtió el primer gol de la Albiceleste en el torneo. El rival de aquella noche fue Canadá, que después de la derrota en el debut, consiguió levantarse y avanzó a paso firme. Se metió como segundo a cuartos de final, donde eliminó a Venezuela por penales.
Por lo tanto, los canadienses volvieron a enfrentar a la Selección Argentina en semis, con la ilusión de dar el golpe de la Copa. Pero no hubo espacio para la sorpresa, debido a que Julián Álvarez volvió a ser verdugo de La Hoja de Maple: a los 21 minutos de la primera mitad, el ex River recibió un enorme pase de Rodrigo De Paul y quedó de frente al arco.
Tenía un rival por delante, pero con mucha categoría, enganchó y se las arregló para quedar mano a mano. Definió entre las piernas del arquero, permitiendo que la Albiceleste se adelante en el resultado y consiga una importante cuota de tranquilidad. Obviamente que su trabajo no terminó ahí: fue clave durante toda la noche por su presión y sacrificio.
Incluso se le presentó la oportunidad de anotar el segundo gol de su cuenta personal, pero a su remate le faltó precisión y terminó en las manos del arquero. De igual manera, completó una actuación perfecta en una nueva semifinal, tal como lo hizo en 2022. Ahora espera que el desenlace sea el mismo en la noche del domingo, cuando la Selección Argentina salga en busca de un nuevo título.