Ariel Ortega es, sin ningún tipo de duda, uno de los ídolos más importantes de la historia de River. Con sus gambetas, su calidad adentro de la cancha, pero por sobre todas las cosas el amor por los colores. Por todo eso y más, el Burrito es amado por todos los hinchas riverplatenses, y las muestras de cariño son constantes.
Pero la historia de amor entre el jujeño y el Millonario tuvo un comienzo. Y en diálogo con ‘Ligas Mayores’, el emblema recordó su llegada a Núñez. “Siempre decía que iba a jugar en River y en la Selección Argentina. Son los sueños de todos los chicos del mundo. Yo estaba a 1600 kilómetros y era más difícil. Cuando se me dio la posibilidad de venir a River y quedar fue el sueño de mi vida”, recordó en primera instancia.
¿A dónde iba a ir?
No obstante, Ariel reveló que, cuando su entrenador lo llevó a Buenos Aires, no era para probarse en River. “Yo venía a Independiente o a Boca. Cuando llegamos a Retiro le dije que no quería ir a ninguno de esos dos clubes, que yo quería ir a River. Vine acá, me probaron y me dijeron que volviera en febrero. No lo podía creer, era el sueño de mi vida”, aseguró.
Y así fue como a los 16 años, Ortega se incorporó a las inferiores del club, no sin antes conocer el Antonio Vespucio Liberti. “Nunca había visto el Monumental, y fue algo impresionante que no me voy a olvidar nunca. Cuando me acercaba era cada vez más gigante, y ese fue un momento que me marcó”, manifestó.
Y con tan solo 17 años, Daniel Passarella tomó la determinación de darle una oportunidad en Primera. Y en esta oportunidad, el ídolo se refirió a su debut: “Sabella fue a la pensión y me dijo que buscara la ropa que iba a concentrar y no lo podía creer, casi me pongo a llorar”. Aquel 14 de diciembre comenzó la trayectoria de uno de los futbolistas más significativos que ha vestido la casaca del Millonario.