Muchos son los nombres que han atravesado por los pasillos del club de Núñez. Sin embargo, no todos forjaron una historia para mantenerse en la memoria de los hinchas de River. Por su rendimiento futbolístico, por la poca trascendencia luego de dejar el Millonario, o simplemente por el poco tiempo que estuvieron. Entonces para varios riverplatenses quedaron en el olvido.
Matías Abelairas fue el dueño de una magistral pegada con la casa de la banda roja. Cada vez que surgía un tiro libre, la gente en el Monumental se preparaba porque sabían que algo interesante podía pasar con esa gran zurda. Pero fue uno de los tantos que pasó muy desapercibido. Quizás por la irregularidad de los planteles de esas épocas y por sus propias oscilaciones.
Y por ese motivo, el Pitu no es muy rememorado por la gente de Núñez, además hace mucho tiempo que se le había perdido el rastro desde lo futbolístico. Resulta que, a principios de 2020, el ex futbolista del Millo, venía de un parate en lo deportivo. Luego de un último paso por Independiente Rivadavia, firmó con Atlético Palmaflor de Bolivia.
El equipo recién ascendido a la máxima categoría del fútbol boliviano, fue otro de sus tantos clubes. Y no le fue nada mal, dado que disputó 22 encuentros a lo largo del año y brindó cuatro asistencias, una de sus características. Tras seis meses como jugador libre y examinando si colgar los botines o no, a los 36 años decidió retornar a su Olavarría procedente para darse un gustito.
Hace poco menos de un mes selló su vínculo con El Fortín de Olavarria, institución que transita la Primera División de la ciudad y en donde el Pitu tuvo sus inicios como jugador. Su debut se retrasó unos días porque no llegaba el transfer de su pase pero posteriormente todo se remedió y logró su estreno hace dos días cuando su equipo triunfó 1 a 0 ante Sierra Chica.