El primer tiempo fue sumamente trabado, a tal punto que después de 40 minutos los equipos todavía no habían pateado al arco. La primera oportunidad del encuentro recién se dio sobre el cierre de la primera mitad, luego de que Martinelli la empalme de volea desde la puerta del área. Pero sobre la línea, el Cuti Romero la despejó y mantuvo el cero en el arco de la Selección Argentina.
Ya en la segunda mitad, el local siguió apretando y supo complicar a los dirigidos por Lionel Scaloni. Al igual que en la etapa inicial los de Fernando Diniz tuvieron las más claras, pero Emiliano Martínez se hizo gigante en el Maracaná y evitó la conquista de la Verdeamarela. Luego de que pasó el sacudón, la Scaloneta apareció y no perdonó.
Con una gran salida entre Enzo Fernández y Rodrigo De Paul, la pelota le quedó a Julián Álvarez. La jugada se ensució en campo brasileño, aunque el Araña se las arregló para dejársela a Lionel Messi. El remate del capitán se fue al tiro de esquina, donde se gestó el grito más esperado. Es que después de un gran centro, Nicolás Otamendi se elevó de manera imperial y la mandó a guardar.
A partir de ese momento la Albiceleste se sintió más cómoda, y a pesar de la salida de Lionel Messi por una molestia, logró acomodarse en el encuentro. Mientras que los brasileros seguían nerviosos y no encontraban los caminos. Esta realidad quedó a la vista a los 38, cuando después de una reacción desmedida, Joelinton vio la roja directa.
Los minutos siguieron su curso y la Selección Argentina demostró su personalidad: no le pesó el resultado, defendió de gran manera en los metros finales y no permitió que Brasil se acerque al arco defendido por Emiliano Martínez. Finalmente fue triunfo para la Scaloneta por 1 a 0, que le puso punto final a un invicto histórico de Brasil en su casa.