Desde que llegó a Brasil hace poco menos de un año, Ramón Díaz debió remar a contracorriente. Es que Vasco da Gama estaba muy complicado en la tabla de posiciones y era uno de los serios candidatos a perder la categoría. A falta de seis fechas del cierre del Brasileirão, el ex DT de River consiguió un pequeño respiro; aunque el panorama de su equipo sigue siendo complicado.
Después de concretar su salida de River, Ramón Díaz se alejó de los reflectores del fútbol sudamericano. Así llegó a Arabia Saudita, donde demostró su experiencia y se ganó el afecto de los hinchas. Sin embargo, hace algunos meses decidió que era el momento de ponerle punto final a su paso por el continente asiático, y aceptó hacerse cargo de Vasco da Gama.
Pese a su calidad como entrenador, al Pelado se le iba a complicar tener éxito: Vasco atravesaba un flojísimo momento futbolístico y estaba al borde del abismo. Pero a fuerza de trabajo logró transmitir una idea de juego, y aunque su equipo sufrió algunos altibajos, recuperó la ilusión de mantenerse en la máxima categoría del fútbol brasileño.
En este contexto, su equipo afrontó una complicada prueba: recibió al líder del Brasileirão, a falta de seis fechas para el cierre y todavía en zona de descenso. Pese a que no tenía las mejores cartas a su favor, Vasco logró sacar el compromiso adelante en la tarde del lunes, cuando se quedó con un triunfo clave que de momento, lo sacó de la zona de peligro.
El panorama del Vasco da Gama de Ramón Díaz
Claro está que no puede relajarse, debido a que la competencia en la zona baja de la tabla está al rojo vivo. Resulta que tiene los mismos puntos que Cruzeiro y Bahía, con quienes pelea por mantener la categoría. Además, Santos se encuentra en la lucha, con apenas una unidad más que sus competidores. En conclusión, se palpita una definición dramática para el equipo de Ramón.